El corredor vial Bucaramanga – Barrancabermeja – Yondó reducirá en una hora el tiempo de conexión entre la capital santandereana y el puerto petrolero. Durante su etapa de construcción espera generar cinco mil empleos.
Desde 2015 la carretera fue entregada en concesión durante 25 años a la Concesionaria Ruta del Cacao S.A.S., compuesta por Cintra Infraestructuras Colombia S.A.S, RM Holding S.A.S y MC Victorias Tempranas.
Ese contrato de concesión, establecido bajo el esquema de Asociación Público Privada (APP), tiene por objeto llevar a cabo estudios y diseños definitivos, financiación, gestión ambiental, predial y social, construcción, mejoramiento, rehabilitación, operación, mantenimiento y reversión del corredor.
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La vía tiene una longitud total de 97,5 kilómetros, que conectan a los departamentos de Santander y Antioquia, y está constituido por tramos a cargo de la nación, como Lebrija – La Fortuna y la Lizama – Barrancabermeja, y por otros municipales, como es el caso del puente Guillermo Gaviria – Yondó.
Este proyecto vial hace parte de la segunda ola de autopistas de cuarta generación y comprende la construcción de 58,33 kilómetros de segunda calzada y 25,01 kilómetros de calzada sencilla, así como la rehabilitación y mantenimiento de 50,88 kilómetros. Entre las obras a ejecutar hay 22 puentes y/o viaductos, dos túneles y cuatro intercambiadores.
Para la ejecución del proyecto en la Ruta del Cacao, como se le conoce a la vía Bucaramanga – Barrancabermeja – Yondó, se adelanta un proceso de adquisición predial de 340 predios con usos urbanos, suburbanos y rurales. Para adquirirlos se lleva a cabo un proceso de identificación física y jurídica, avalúos comerciales y negociación.
El contrato también tiene un componente de gestión social en el que hay programas de atención al usuario, educación y capacitación al personal vinculado al proyecto, vinculación de mano de obra, información y participación comunitaria, cultura vial y educación para la comunidad aledaña, entre otros. Así mismo, tiene una línea de proyectos de cuidado ambiental entre los que se encuentran el manejo de materiales de construcción, escombros y lodos, residuos sólidos y líquidos, manejo de aguas y protección de la fauna y la cobertura vegetal. Dado que la mayor parte del proyecto se desarrolla en territorio del departamento de Santander, las autoridades ambientales a tener en cuenta son la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) y la Corporación de Defensa de la Meseta de Bucaramanga.
El proyecto tiene previstas inversiones por $2,7 billones de pesos y está contemplado en tres etapas: durante el primer año (que ya culminó), la etapa preoperativa; durante los 5 primeros años, la fase de construcción; y en los 20 años finales, la etapa de operación y mantenimiento.
Durante los primeros siete años, la interventoría estará a cargo del Consorcio BBY, conformado por MAB Ingeniería de Valor, y GIS. BBY tiene a su cargo la interventoría técnica, económica, financiera, contable, jurídica, administrativa, operativa, medioambiental, y socio predial del contrato de concesión a la Concesionaria Ruta del Cacao S.A.S.
Se espera que el proyecto vial Bucaramanga – Barrancabermeja – Yondó reduzca en una hora el tiempo de recorrido entre la capital de Santander y Barrancabermeja, de modo que pueda hacerse en menos de dos horas en vehículos particulares y en menos de tres para vehículos de transporte pesado. La obra impulsará el crecimiento económico de poblaciones santandereanas como Floridablanca, Girón, Piedecuesta, Lebrija, Sabana de Torres, San Vicente de Chucurí, Betulia, Barrancabermeja y Bucaramanga, así como el municipio antioqueño de Yondó.
Durante la etapa de construcción habrá un impacto en la generación de empleo, con una contratación estimada de cinco mil personas.